BicentenariO!!

domingo, 9 de mayo de 2010

LOS MEDIOS DE COMUNICACION DURANTE LA INDEPENDENCIA!!!


DESDE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA.

A principios del siglo XIX, durante la Guerra de Independencia, iniciada por el cura Miguel Hidalgo, que se sustentó en la " voz común de la nación", inspiró un Decreto del Pueblo, redactado por el cura Hidalgo. Dicho de otra forma, el llamado Padre de la Independencia legisló de facto a nombre de la opinión pública. Esto demuestra que las ideas buscan su cause en los escritos, sean éstos desde un folleto, periódicos, libros, decretos o leyes, siempre en busca de circular entre la conciencia de la colectividad.



El decreto de Hidalgo expresa una soberanía efectiva, que ejerció por aclamación del pueblo. Además, con ese poder abolió la esclavitud y propuso confiscar bienes de los europeos en territorio nacional, al tiempo que reclamó la independencia de México con relación a la colonización española, atrevimiento que, por cierto, le ganó la excomulgación de la Iglesia católica. Más adelante surge el Plan de Paz, escrita por José María Cos.

El 2 de diciembre de 1912 el Virrey Venegas suprimió la libertad de prensa, porque le aterraba la libre manifestación de las ideas colectivas. El periódico El Pensador Mexicano fue un medio de esa época.

El 22 de octubre de 1914 se proclamó la Constitución de Apatzingán, inspirada en las constituciones francesas de 1793 y 1795, que establecía la división de los tres poderes, los derechos ciudadanos y la libertad de expresión.



Desde la Guerra de Independencia también se luchó por defender la libertad de expresión. Tenemos que Iturbide, con su Plan de Iguala, unifica a la oligarquía criolla de ese siglo y proclama la independencia después de 10 años de lucha armada.

Don Miguel Ramos Arizpe, entonces ex diputado, escribió en el periódico El Águila Mexicana, en favor del Federalismo, corriente que generó el Acta Constitutiva, que cambió el concepto de soberanía de la nación en 1823. Los centralistas encabezados por Lucas Alemán y Carlos Bustamante hacían contrapeso a esa corriente a través del periódico Sol.

El 31 de enero de 1824 el Congreso aprobó el Acta Constitutiva de la Federación y el 4 de octubre de 1824 el Congreso sancionó la Constitución de 1824.

Este desarrollo histórico de la política independentista también obedeció a la interpretación de la voz del pueblo para consagrarla en documentos pacificadores como es la Constitución.

Otra prueba:

Durante la dictadura de Santa Ana, en 1953, Miguel Lerdo de Tejada le decía al dictador: "la solución de la crisis radica en atender las exigencias de la opinión pública…"

Para 1857 destaca la promulgación de la Constitución de ese año, que desató ataques de la prensa conservadora que entonces proponía la exterminación de los políticos liberales. El apoyo de los medios liberales a ese movimiento no se hizo esperar, con lo cual de nueva cuenta los periódicos son parte importante de los acontecimientos de la Guerra de Reforma.

Posteriormente, el Congreso de la Unión suspendió garantías individuales y todas las libertades, inclusive la de prensa, hasta que en 1861 triunfó la Revolución de Reforma e inicia el imperio de la Constitución con la separación de la Iglesia del Estado.

Si estimamos que los medios son un reflejo del sentimiento popular, el presidente Benito Juárez así lo demostró el 18 de junio de 1867, cuando fusilarían al Emperador Maximiliano. La anécdota cuenta que cuando la princesa Inés de Salm, Salm fue a San Luis para buscar el perdón de Maximiliano, al arrodillarse ante Juárez, éste conmovido respondió:

"Si todos los soberanos de Europa estuvieran a sus pies, les sería imposible preservar su vida… No soy yo el que la toma, es el pueblo, y es la ley; y si yo no cumpliera su voluntad, la tomaría el pueblo y además la mía. "

Así lo entendió el entonces derrocado Emperador francés, Maximiliano, el 19 de junio de 1867, que ante el pelotón de fusilamiento dijo: " Voy a morir por una causa justa: la independencia y la libertad de México.¡ Que mi sangre selle las desgracias de mi nueva Patria! ¡ Viva México!".

El mismo presidente Juárez también expresó: " No conozco otra fuente de poder más que la opinión pública; mi afán será estudiarla, mi invariable empeño será sujetarme a sus principios".

Otro de sus mensajes de contenido internacional fue: " Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz".

Asimismo los periódicos liberales El Siglo XIX y El Monitor exigían al Ejecutivo hacer efectiva la Constitución, en tanto que la mayoría de los diarios de la época juarista pedían la suspensión de las" facultades extraordinarias" del Ejecutivo, al tiempo que reclamaban que se convocara a elecciones, mismas que ganó el gobierno liberal que encabezara Benito Juárez. Los políticos de entonces combinaron el servicio público con el periodismo y la poesía. Destacan Vicente Riva Palacio y Francisco Zarco.

En 1867, el ferrocarril se desarrollaba en el país, y promovió su crecimiento a través de un medio propio llamado El Ferrocarril.

Para 1868 y 1869 los conservadores se limitaron a la lucha periodística a través de dos de sus medios: Voz de México y el Pájaro Verde.

Por otro lado, el diario El Monitor Republicano insistió en que había elementos de prosperidad en México y, según el periódico La Nación, "México era el ombligo del mundo, donde su clima, sus producciones y su situación geográfica no necesitaba encomio".

La historia relata que no hay duda de que durante el siglo XIX, tanto la Guerra de Independencia como la de Reforma consideraron a la opinión pública para consolidarse, transformación en la que los medios masivos de comunicación tuvieron, en sus diferentes presentaciones de entonces, una importancia trascendental.

Al cierre de 1900 había 543 periódicos, de los cuales 126 se publicaban en la ciudad de México, que tenía muchos rotativos y pocos lectores, escenario donde la prensa de oposición atrajo la antipatía gubernamental; entre los que se recuerdan están: Tiempo, El Diario del Hogar. El director de éste último, Filomeno Mata, pasó en la cárcel el mayor lapso de su vida. Otros medios: El Hijo del Ahuizote; y suprimidos por rebeldes fueron El Demócrata y la República, mientras que el diario identificado con de la dictadura de Díaz fue El Imparcial, que entonces se vendía a centavo. Más medios de esos tiempos fueron El Siglo XIX y el Monitor Republicano; la Revista Azul y la Revista Moderna.

Las condiciones políticas de ese tiempo permitieron que los pensadores de la joven generación de entonces, que sólo murmuraba, después se atrevieran a escribir folletos y mamotretos. También parecen nuevos partidos políticos y con ellos periódicos de oposición como El Antireeleccionista, dirigido por José Vasconcelos, que por atacar a la dictadura porfirista fue clausurado, represión que aunada a la sufrida por los predicadores y organizadores de nuevos partidos políticos fortaleció la alianza Partido Nacional Demócrata y el club Antireeleccionista, que posteriormente embiste al sistema de Díaz con un segundo manifiesto Público, aparecido en la víspera de las posadas de 1909.

De hecho la Revolución tuvo sus orígenes en la crítica hacia la dictadura, cuando ésta le cerró el paso a las nuevas generaciones (entonces gobernaban puros ancianos) y eso produjo la violencia que habría de destruirla.

Cuando se sentía presionado, el mismo Díaz durante su informe de gobierno propuso reformas al Congreso en el segundo período de la Sesión de la XXV Legislatura, de las cuales destacan: La no reelección que le aseguraba su retiro al cumplir 86 años; castigar los abusos de los gobernadores y de las instituciones; reformar la Ley Electoral y hacer efectivo el sufragio; reorganizar e independizar el Poder Judicial del Ejecutivo y fraccionar los latifundios, que eran las principales demandas expresadas por la voz del pueblo, pero viniendo de un dictador, carecían de credibilidad, porque resultaba evidente que esas exigencias eran consignas legítimas de los políticos y periódicos de oposición, lo cual demuestra su influencia, cuya falta de atención oportuna originó la Revolución Mexicana.

Para los mexicanos de principio del siglo XX fue evidente que Porfirio Díaz coartó la libertad de expresión y que fue implacable contra la oposición periodística y parlamentaria, por lo mismo su credibilidad se pulverizó, mientras que la opinión pública triunfó pese a la represión sufrida constantemente.

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